¿En vilo el túnel de Agua Negra?

José Antonio Viera-Gallo

Abandonamos UNASUR por su ineficacia, pese a que en planificación de conectividad física se había avanzado significativamente. Es importante que la integración baje a la realidad.

La conexión terrestre con Argentina es vital para las relaciones bilaterales y para el desarrollo de Chile: por nuestros puertos, debidamente modernizados, deberían salir crecientemente las mercancías del interior de Argentina, sur de Brasil y Paraguay. El nuevo tratado de libre comercio con Buenos Aires favorece la formación de cadenas de valor y empresas integradas, que podrían exportar a los mercados a los cuales nuestro país tiene un acceso preferencial.

Por eso causa sorpresa y desaliento el atraso en la implementación del Túnel de Agua Negra, que uniría la Provincia de San Juan con la Región de Coquimbo y serviría para viabilizar un corredor bioceánico. El proyecto está técnicamente definido, cuenta con financiamiento del BID (US 1.400 millones, con 10 años de ejecución), se han hecho los estudios de mitigación del impacto ambiental, especialmente en el Valle del Elqui, y se llamó a concursar a las empresas interesadas. Además, se construiría un observatorio subterráneo de rayos neutrinos, el único del hemisferio sur.

Parece haber surgido, a última hora, una objeción por la existencia de una falla geológica que aumentaría los costos, según han dejado saber las autoridades del MOP provocando sorpresa en nuestra contraparte, sin dar mayores explicaciones. Por la importancia de esta obra, es fundamental que el punto se aclare y que el ente binacional EBITAN entregue una explicación satisfactoria a la opinión pública de ambos países y al BID, en especial a los habitantes de San Juan y Coquimbo, que por años vienen impulsando esta importante iniciativa. ¿Por qué no se continúa con el llamado a licitación entre las empresas pre seleccionadas?

Obras de esta envergadura definen el destino de los países. Por algo el BID se comprometió con este proyecto binacional, el primero en su especie que financia en la región. Junto con el túnel debería construirse un puerto de calado profundo al norte de La Serena para recibir y despachar la nueva carga, ya que Coquimbo apenas da abasto paras exportaciones de la región.

El proyecto trasciende los períodos presidenciales. Por eso el gobierno debe una explicación seria sobre el futuro de esta iniciativa. ¿El proyecto se posterga, se abandona o se redefine? Chile debería ser el más interesado en su ejecución, que trae aparejado un notable impulso a los negocios en el norte chico: aumentan los servicios de transporte y portuarios, se incrementa el turismo y se ensancha el horizonte de los emprendedores, creando nuevas oportunidades de trabajo.

Una información igualmente clara debería darse sobre el proyecto del Túnel de Las Leñas, que conectará la Región de O´Higgins con Malargue al sur de Mendoza, que también ha sufrido retrasos inexplicables. En cambio, cabe celebrar los avances en el Paso Cristo Redentor, San Francisco y Pehuenche. Argentina y Chile deben seguir trabajando con mayor ahínco en su integración física rodoviaria y ferroviaria. Al tren que une Salta con Antofagasta y Mejillones debería seguir el corredor ferroviario del sur entre los puertos de Bahía Blanca y los de la Región del Bio Bio.